lunes, 5 de noviembre de 2012

Sólo se trata de explotar unos minutos al día. De echarlo de menos y llorar, hasta no poder más. Pero solo 5 minutos, después, sécate la cara, sonríe, y sigue con tu vida. Poco a poco será innecesario explotar, porque ni te acordarás de por qué lo hacías.

No hay comentarios:

Publicar un comentario