martes, 9 de abril de 2013

Te echo de menos, o tal vez no...

Es la primera y última vez que escribo sobre ti, pero no es para ti. No sé que me duele más; el saber que ya no estarás ahí, o saber que, aunque tú no lo aceptes, que mucha de la razón por la cual no estés aquí conmigo o yo contigo, es mía. Extraño todo: la manera que me hacías reír, tus ojos, tu sonrisa, tu manera de ver el mundo, la manera en la que me ayudabas a ver que estaba mal, tu manera de abrazarme y de besarme, todos los momentos que hemos compartido, pero lo que más extrañaré será el simple hecho de hablar, de contarte como me había ido el día, contarte mis sueños y mis pesadillas, contarte mis problemas y mis triunfos. Trato de ver las cosas de la manera en la que tú las ves, pero me es imposible. La impotencia me come. Saber que pude haber dado más de mí, saber que mis palabras y acciones se quedaron solo en pensamientos por el miedo a enamorarme, por el miedo que ahora estoy viviendo. “Trataste de evitar algo para no sufrir y ahora sufres el doble por haberlo evitado”. ¿Sabes? Nunca te lo dije a ti ni a nadie pero creo que llegué a amarte. No sé si vas a leer esto pero te lo repito, escribí sobre ti, pero no para ti. Pido una oportunidad, pero no te la pido a ti, se la pido a la vida para corregir mis errores. Después de 3 años de estar cometiendo los mismos errores con diferentes personas, llegas y tú sin que querer los arreglas. Sé que es lo que tengo que hacer para ser feliz. Mi mentalidad siempre ha sido “las cosas no pudieron haber pasado de mejor manera para que entendieras las cosas” sí, lo acepto. No es obsesión, no es aferrarme, es amor. Sé que esto no cambiará nada, leas o no lo leas, pero simplemente te debes de sentir importante para que haya escrito sobre ti, no lo hago de cualquier persona y de cualquier situación. Solamente son pocos de los muchos pensamientos que tengo hacia ti y de nuestra pequeña historia

No hay comentarios:

Publicar un comentario