jueves, 25 de abril de 2013

Por algo soy quien soy. ¿No?

No soy una persona ordinaria. No dejo entrar a mí a cualquiera, no dejo que sepan de que estoy hecha ni por qué. Me guardo muchas cosas, más de las que cualquier otro corazón es capaz de guardar. Pienso muchas cosas pero me mantengo callada y si me preguntas “¿por qué tan seria?”, me enojaré mucho interiormente. Me gusta mirar a ningún lado y pensar en las cosas que debí o que pude haber hecho. Nunca trates de invadirme con tu forma de pensar, no me digas que yo soy la que está mal, porque, por algo soy quien soy y por algo pienso lo que pienso. No soy de las niñas que encuentras en cada esquina, en cada bar, en cada plaza. Soy el tipo de niña que no encontrarás en ninguna parte si no la miras interiormente. Para encontrarme debes de entrar a mí de maneras diferentes, debes de saber como hacerlo y te advierto que no es nada fácil, pero te prometo que si haces que valga la pena, pondré todo de mi parte.
Deja de atormentarte por esto. Las cosas fluyen hacia donde tienen que fluir, y por más que te esfuerces e intentes hacerlo lo mejor posible, cuando llega el momento de herir a alguien lo hieres. La vida es así.
¿Alguna vez habéis pensado en querer algo con toda la fuerza del mundo pero no poder tenerlo? A mi me pasa eso contigo.

martes, 9 de abril de 2013

Te echo de menos, o tal vez no...

Es la primera y última vez que escribo sobre ti, pero no es para ti. No sé que me duele más; el saber que ya no estarás ahí, o saber que, aunque tú no lo aceptes, que mucha de la razón por la cual no estés aquí conmigo o yo contigo, es mía. Extraño todo: la manera que me hacías reír, tus ojos, tu sonrisa, tu manera de ver el mundo, la manera en la que me ayudabas a ver que estaba mal, tu manera de abrazarme y de besarme, todos los momentos que hemos compartido, pero lo que más extrañaré será el simple hecho de hablar, de contarte como me había ido el día, contarte mis sueños y mis pesadillas, contarte mis problemas y mis triunfos. Trato de ver las cosas de la manera en la que tú las ves, pero me es imposible. La impotencia me come. Saber que pude haber dado más de mí, saber que mis palabras y acciones se quedaron solo en pensamientos por el miedo a enamorarme, por el miedo que ahora estoy viviendo. “Trataste de evitar algo para no sufrir y ahora sufres el doble por haberlo evitado”. ¿Sabes? Nunca te lo dije a ti ni a nadie pero creo que llegué a amarte. No sé si vas a leer esto pero te lo repito, escribí sobre ti, pero no para ti. Pido una oportunidad, pero no te la pido a ti, se la pido a la vida para corregir mis errores. Después de 3 años de estar cometiendo los mismos errores con diferentes personas, llegas y tú sin que querer los arreglas. Sé que es lo que tengo que hacer para ser feliz. Mi mentalidad siempre ha sido “las cosas no pudieron haber pasado de mejor manera para que entendieras las cosas” sí, lo acepto. No es obsesión, no es aferrarme, es amor. Sé que esto no cambiará nada, leas o no lo leas, pero simplemente te debes de sentir importante para que haya escrito sobre ti, no lo hago de cualquier persona y de cualquier situación. Solamente son pocos de los muchos pensamientos que tengo hacia ti y de nuestra pequeña historia

Porque sé lo que se siente no ser escuchada.

Amo pasar horas frente al ordenador o con mi móvil. Me gusta escribir. Me encanta leer historias de amor. Vivo escuchando música. Me encanta ver películas. No soy de muchos amigos, prefiero pocos verdaderos. Me gusta tomar fotografías. Siempre escucho a las personas, porque sé lo que se siente no ser escuchada. En ocasiones me gusta estar sola. Me agrada dormir. Me sonrojo fácilmente. He tenido o tengo depresión. No me siento bien conmigo misma. Me gustaría conocer todo el mundo, pero todo esto lo digo desde el sofá. Muchos pensarán que soy una amargada, pero así es como soy en realidad… Y tal vez deba cambiar, solo un poco… Pero por ahora soy feliz como soy.