jueves, 1 de noviembre de 2012

Tardes de invierno. Música, manta, lluvia, frío. Y los recuerdos vienen a tu mente como las gotas de lluvia que caen sobre tu ventana. Recuerdos imborrables que cada día que pasa se hacen más presentes. Y entonces te das cuenta de todo lo que has cambiado, de todo lo que ha cambiado tu alrededor. Y quizás desees que todo vuelva a ser como antes, y te des cuenta de que es imposible. Y entonces la primera lágrima cae por tu mejilla, al compás de las gotas de lluvia que resbalan en tu ventana. Y como por arte de magia sale esa canción. Vuestra canción. Y ese cúmulo de sensaciones que tenías en tu interior estalla y con él deja escapar la segunda lágrima, y con ella la tercera. "No", piensas. No. Y te das cuenta de que tienes que ser fuerte. De que tienes que luchar, porque las cosas pasan por algún motivo. Y ese motivo es la fuerza de querer que algo suceda.

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