jueves, 17 de mayo de 2012

Los fenómenos que parecen acontecimientos malos, dolorosos, desagradables, son estados transitorios de algo que está mejorando.

Siento que el mundo se desmorona. Todas esas promesas rotas recaen sobre intentando animar lo más mínimo que queda de mí. Siento que todo es más complicado de lo que parecía ser, ya nada sigue siendo lo que antes. Ahora todo se ha reducido a las cenizas de esas hojas quemadas por navidad. Una primavera otoñal que acabó por esfumarse y apartar el olor abanicando con lo primero que tuvo a mano, sin darse cuenta de que lo que agitaba con efusividad...era ni más ni menos que su mero corazón. El cual tenía aspecto desgastado y destrozado por las sonrisas que lograbas fabricarme para reír, a pesar de no ser cocinero. Porque aunque quiero una vida, completa. Mi corazón esparcido busca sus cachos por cualquier parte del mundo intentando encontrate. Y cuando por fin te encuentre, amaneceré a tu lado, mientras tú me sirves el desayuno.

No hay comentarios:

Publicar un comentario