sábado, 21 de abril de 2012

Me encanta hablar con ella, estar con ella, reírme con ella. Me gusta cantar con ella y hacer el idiota con ella. Me gusta contarle mis cosas, me gusta escucharla, me gusta que me enseñe. Me gusta que me cuente chistes malos, contárselos yo y sobre todo, me gusta cuando me pico con ella. Me gusta cuando me dice que estoy insoportable, me gusta cuando me dice que me quiere, me gusta cuando me ayuda. Me gusta hacerle rabiar, y me gusta cuando pone esa cara. Me gusta cuando le salen los hoyuelos de la risa, cuando me hace recordar o simplemente, olvidar. Me gusta con sus complementos y con su obsesión por la perfección. Me gusta que se acuerde de mi, me gustan sus saludos, me gusta cuando me alegra el día. Me gusta pasar horas hablando con ella, me gusta cuando me llama por teléfono, me gusta estar a su lado. Me gusta pasar noches riéndome sin parar con ella, me gusta cuando hace de un momento, algo inolvidable. Me gusta cuando ríe, me gusta cuando me hace reír, me gusta cuando me anima como solo ella sabe, me gusta cuando me mira a los ojos. Me gusta recordar todos los momentos a su lado, me gusta cuando me apoya. Me gusta cuando está triste, enfadada, fea y horrible. Me gusta cuando tiene esa sonrisa tan suya, cuando está contenta, guapa y única. Me gusta saber la suerte que tengo de tenerla. Me gusta cuando me abraza, me gusta cuando siento que está ahí. Me gusta tenerla. Me gusta quererla.

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