jueves, 26 de enero de 2012

Ojalá pudiera levantarme un día, abrir los ojos, y saber que tú sabes todo lo que siento por ti y aún permanezcas a mi lado. Pero no. No es así. Me despierto cada día con el mismo pesar y tu mirada grabada en la mía desde el día que te conocí. Es tan increíble todo esto... Nunca pensé que fuera a sentir algo tan fuerte por alguien. Por ti. Pero lo que me haces sentir me ha demostrado que no soy tan fuerte como pensé. Tus caricias me hacen sentir perfecta. Una sola mirada tuya paraliza todo mi mundo. Una sonrisa me hace olvidar todo. Tus palabras agitan mi corazón. Me enamoras, y es algo que ya no puedo evitar. Y es tan duro... No te imaginas cuánto. Duele despertar y que no seas mío. Duele ser tu amiga cuando quiero ser más para ti. Duele que me beses y saber que esos besos no son sólo para mí. Y duele aún más, sabiendo que todo es en silencio y que no puedo decir tu nombre en toda libertad. ¿ Sabes cuántas veces he intentado olvidarte ? Tantas, muchas. Pero al intentarlo, no sé por qué, tu recuerdo se aviva aún más y no puedo evitar verte en cada lugar de mi mente. Y me siento tan mal, que me he dado cuenta que olvidarte me hace sufrir más que no tenerte. Y entonces aquí me encuentro ahora, sin ninguna salida. Porque te quiero tanto y odio tanto intentar olvidarte, que llevo en el mismo sitio desde hace demasiado tiempo. Porque ya eres parte de mi como un órgano más. Porque un día entraste sin avisar y te quedaste para siempre. Y ahora mismo tengo tantas ganas de soltarlo todo, que me está consumiendo desde lo más profundo de mi. Pero no puedo hacer nada. Al menos el miedo sigue ahí. Pero al menos, no olvides nunca que te voy a seguir queriendo hasta que dé el último suspiro de mi corazón.

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